El futuro presidente de EU, Donald Trump, y el fiscal especial Jack Smith, quien intentó procesar al magnate y ahora ya tiene lista su renuncia.
El fiscal especial Jack Smith decidió abandonar ayer dos casos penales contra Donald Trump, al reconocer que el regreso del magnate a la Casa Blanca impedirá los intentos de procesarlo penalmente por retener documentos clasificados o tratar de anular su derrota electoral de 2020.
El equipo de Smith aseveró que dejaba intactos los cargos contra dos coacusados en el caso de los documentos clasificados –el asistente personal de Trump, Walt Nauta, y el gerente de la finca Mar-a-Lago, Carlos De Oliveira– porque ningún principio de inmunidad temporal se aplica a ellos. En documentos judiciales, el equipo de Smith enfatizó que la decisión de poner fin a sus procesos no era un reflejo del mérito de los casos, sino un reconocimiento del escudo legal que rodea a cualquier comandante en jefe.
Explicaron que el regreso de Trump a la Casa Blanca pone en conflicto dos intereses nacionales fundamentales y convincentes: por un lado, el requisito constitucional de que el presidente no debe estar indebidamente obstaculizado de cumplir con sus responsabilidades importantes… y por el otro, el compromiso de la nación con el estado de derecho.
Trump emerge indiscutiblemente victorioso, tras haber retrasado con éxito las investigaciones por medio de maniobras legales y luego ganado la relección, a pesar de las acusaciones en su contra por actos que se consideraron una amenaza para los cimientos constitucionales del país. Dicha restricción es categórica y no depende de la gravedad de los delitos que se imputan, la solidez del argumento del gobierno o los méritos para ser procesado, mismos que el gobierno defiende por completo, escribieron los fiscales.
Fue el final de un capítulo sin precedente en la historia política y judicial del país, ya que los funcionarios federales intentaron que un ex gobernante rindiera cuentas ante la justicia mientras se postulaba a otro mandato.
Pero tal movimiento puede ser anulado por el periodo de prescripción, y Trump también puede intentar perdonarse a sí mismo mientras esté en el cargo. Al desestimar el caso, Chutkan reconoció la solicitud de los fiscales de hacerlo sin considerarlo cosa juzgada, lo que plantea la posibilidad de que pudieran intentar presentar cargos contra Trump cuando termine su mandato. Él lo ve como una importante demostración de compromiso con nuestros valores democráticos y para honrar la voluntad del pueblo, mientras continuamos con una transición ordenada y eficaz, añadió. En otro asunto, la Casa Blanca anunció que el presidente saliente, Joe Biden, asistirá a la ceremonia de investidura de Trump en enero, a pesar de que el republicano no estuvo en la suya hace cuatro años.