Tecnología
Jensen Huang, el migrante taiwanés que pasó de lavar platos a fundar Nvidia, el gigante tecnológico de los microchips que vale más que Google y Amazon
De acuerdo con un boletín publicado por esa escuela en 2016, a ambos hermanos se les permitió vivir, comer y trabajar en esa institución -que entonces solamente ofrecía clases de bachillerato-, mientras asistían a clases en la Escuela Primaria Oneida.
Los chicos -que no hablaban inglés- fueron acogidos por unos tíos, también recientemente inmigrados, que los enviaron a estudiar al Oneida Baptist Institute de Kentucky, que para entonces era más parecido a un reformatorio que a una escuela regular. Este miércoles la compañía informó que sus beneficios alcanzaron ene el primer trimestre del año los US$14.900 millones, lo que supone un incremento del 600% con respecto al mismo periodo del año anterior.
La rápida multiplicación del valor de Nvidia se explica por el furor despertado en torno a la inteligencia artificial y el hecho de que esta compañía es la proveedora de más del 70% de los chips que hacen posible esta tecnología.Pero estos, a su vez, no existirían si no fuera por la visión de Huang, quien apostó por este mercado cuando aún no existía y, de esa forma, contribuyó a hacerlo realidad.
La historia de Huang, sin embargo, no ha estado exenta de dificultades, riesgos y mucho trabajo, incluyendo muchas horas invertidas lavando retretes y sirviendo mesas como camarero.Nacido en Taipei en 1963, Huang pasó parte de su infancia en Taiwán y Tailandia, hasta que sus padres decidieron enviarlo junto a su hermano a Estados Unidos.
En el nombre de Nvidia, la compañía fundada por Jensen Huang en 1993, se mezclan tres elementos reveladores: NV, por next vision (la visión de lo que viene); VID, una referencia a video -pues la empresa empezó apostando al desarrollo de tarjetas gráficas para computadoras-; pero también la palabra invidia, que se usa en latín para referirse -ya lo adivinaron- a la envidia. De hecho, en 2016, él y su esposa, Lori, donaron US$2 millones para la construcción de un edificio con aulas y dormitorios para chicas en ese centro educativo.Nacido en Taipei en 1963, Huang pasó parte de su infancia en Taiwán y Tailandia, hasta que sus padres decidieron enviarlo junto a su hermano a Estados Unidos.
El valor de la empresa en bolsa superó este mayo los US$2,5 billones y siendo la tercera empresa cotizada en bolsa más valiosa del mundo, superando a Alphabet (Google), Amazon y Meta; y solo por detrás de Microsoft y Apple.
Y, a juzgar por los asombrosos resultados que ha tenido esa compañía tecnológica durante el último año, es probable que efectivamente ese sea el sentimiento que tanto la empresa como su fundador han despertado en sus competidores.
Hoy, como ha dicho recientemente la revista Wired, Huang es considerado “el hombre de la hora, del año y quizá de la década”; mientras que Jim Cramer, analista de inversiones de la cadena estadounidense CNBC, ha afirmado que el fundador de Nvidia supera como visionario a Elon Musk. El trabajo asignado al pequeño Jensen era lavar los baños.
“Los chicos eran realmente duros. Los chicos resultaban heridos”, comentó el empresa