Historia de la Navidad y Sus Orígenes

La Navidad se celebra el 25 de diciembre y es reconocida como una fiesta tanto que tienes sus orígenes en la religión haciéndolo una fiesta sagrada pero también tiene un gran peso en el aspecto cultural y comercial en todo el mundo. 

Durante dos milenios, la gente de todo el mundo lo ha estado observando como tradiciones y prácticas que son tanto religiosas como seculares por naturaleza. 

La religión cristiana celebra la navidad como el aniversario del nacimiento de su mayor líder espiritual Jesús de Nazaret cuyas enseñanzas crean las bases de su religión.

En cambio, las costumbres populares incluyen el adornar árboles y casas con temáticas de estas fechas, el intercambio de regalos entre familiares y amigos, la convivencia familiar en cenas donde se reúnen familias completas, y por supuesto la espera a que llegue Santa Claus. 

¿Cómo empezó la Navidad?

Muchos piensan que la navidad empezó a partir del nacimiento de Jesús, pero la realidad es que algunas culturas antiguan celebraban antes de este suceso ya que la mitad del invierno siempre fue tema de celebración por que celebraban la luz y los nacimientos de los días más oscuros del invierno

Muchos pueblos se regocijaron durante el solsticio de invierno, cuando lo peor del invierno había pasado y podían esperar días más largos y horas de luz solar más extensas.

En Escandinavia, la cultura nórdica celebraba el Yule desde el 21 de diciembre, el solsticio de invierno, hasta enero. En reconocimiento del regreso del sol, padres e hijos llevaban a casa grandes troncos, que prendían fuego. La celebración duraba hasta que se quemaba por completo el leño este proceso podía durar hasta 12 días.

 Los nórdicos creían que cada chispa del fuego representaba un nuevo cerdo o ternero que nacería durante el próximo año.

El Papa Julio I eligió el 25 de diciembre. Ya que se cree que se optó por estas fechas para absorber las tradiciones paganas saturnalias que se celebraban en otras partes que no habían pasado al cristianismo. Primero la llamada Fiesta de la Natividad, la costumbre se extendió a Egipto hacia 432 y a Inglaterra a fines del siglo VI. 

Al celebrar la Navidad al mismo tiempo que los festivales tradicionales del solsticio de invierno, los líderes de la iglesia aumentaron las posibilidades de que la Navidad fuera acogida popularmente, pero renunciaron a la capacidad de dictar cómo se celebraba. 

En la Edad Media, el cristianismo había reemplazado en su mayor parte a la religión pagana. En Navidad, los creyentes asistieron a la iglesia y luego celebraron ruidosamente en un ambiente borracho, parecido al carnaval, similar al Mardi Gras de hoy. Cada año, un mendigo o un estudiante sería coronado como el “señor del desgobierno” y los celebrantes entusiastas desempeñaron el papel de sus súbditos. Los pobres irían a las casas de los ricos y exigirían su mejor comida y bebida. Si los propietarios no cumplieran, sus visitantes probablemente los aterrorizarían con travesuras. La Navidad se convirtió en la época del año en que las clases altas podían pagar su “deuda” real o imaginaria con la sociedad entreteniendo a los ciudadanos menos afortunados.