Internacional
Vuelve a suceder, incendio en la catedral de Nantes
Las llamas que se escapaban a primera hora de la mañana del sábado por el rosetón de la catedral de Nantes hicieron a muchos franceses revivir el drama sufrido poco más de un año antes en París, cuando otro incendio devastó otra joya del gótico galo, la catedral de Notre Dame. Al final, el fuego en el templo nantés no fue tan grave como el capitalino y, aunque dejó fuertes daños, especialmente en el órgano barroco que era uno de los orgullos del monumento, el siniestro pudo ser controlado en pocas horas.
La Fiscalía abre una investigación por el fuego, que fue controlado en unas horas
El primer ministro, Jean Castex, se desplazó durante la jornada junto con miembros de su Gobierno y prometió “toda la ayuda del Estado” para la reconstrucción de la catedral tras un incendio que, según apuntan los primeros indicios, no parece fortuito.
“Hay tres puntos de partida del fuego, eso nos lleva a privilegiar la hipótesis criminal, esto no parece casualidad”, declaró el fiscal de Nantes, Pierre Sennès, en la emisora regional France Bleu. Aunque no se han hallado muestras de que los accesos exteriores de la catedral hayan sido forzados, los tres puntos de fuego estaban a una “distancia considerable”, acotó a la Agencia France Presse.
Por este motivo, su oficina abrió de inmediato una investigación por “incendio voluntario”, si bien el fiscal subrayó que toda sospecha es, por el momento, eso, una sospecha. “Todavía no hemos sacado ninguna conclusión”, puntualizó.
Los bomberos fueron alertados hacia las 7.45 de la mañana por unos peatones que habían visto salir llamas por el rosetón de la fachada de la catedral de San Pedro y San Pablo, un templo del siglo XV que a lo largo de su larga historia ha sufrido varias calamidades: en 1800, una explosión en la conocida como la Torre de los Españoles causó importantes daños, sobre todo en los vitrales; en los bombardeos de Nantes en junio de 1944 una de las bombas cayó en la sacristía y dañó considerablemente el ábside y tres capillas.
Finalmente, en 1972, aún en plena reconstrucción del templo, un incendio accidental —provocado por el soplete de los obreros que trabajaban en su restauración— destruyó toda la techumbre. Los servicios religiosos no pudieron reanudarse hasta 1985, 13 años más tarde.
Según explicó el director departamental de bomberos, Laurent Ferlay, al llegar las brigadas al escenario, se toparon con un “incendio violento a nivel del gran órgano”, que finalmente ha quedado totalmente destruido. Además, detalló en declaraciones a la prensa, la plataforma sobre la que está situado “es muy inestable y amenaza con derruirse”.